Lo importante es llegar a cristalizar Alma en nosotros. ¿Qué se entiende por Alma?. Por Alma se entiende ese conjunto de cuerpos, atributos, poderes, virtudes, cualidades, etc, que subyacen en el Ser. Los evangelios dicen: “En paciencia poseeréis vuestra Alma”. Hoy por hoy nosotros no poseemos nues-tra Alma; antes bien, el Alma nos posee, somos una carga pesada para eso que se llama Alma, un fardo realmente abrumador.
Llegar a poseer Alma es un anhelo, ser dueños de nuestras propias Almas es formidable; más aún el mis-mo cuerpo físico debe convertirse, llegar a transformarse en Alma.
Quien posee su Alma dispone de poderes extraordinarios. Aquellos que han llegado a cristalizar Alma, se han convertido por tal motivo en criaturas totalmente diferentes. Esto está escrito como testimonio en los libros sagrados de todas las religiones del mundo. Pero bien sabemos que si el agua no hierve a 100 grados, no cristaliza lo que debe cristalizar, no se desintegra lo que se debe desintegrar, así que en todo caso se necesita que el agua hierva a 100 grados. Obviamente, si no pasamos por grandes crisis sentimen-tales, emocionales mejor dicho, tampoco podemos cristalizar Alma.
Para la disolución radical de cualquier Agregado Psicológico inhumano se necesita pasar inevitablemen-te por grandes crisis emocionales. He conocido gentes capaces de pasar por tales crisis. Me viene a la memoria el caso de cierta hermana gnóstica de
Lo que nos interesa a nosotros es precisamente eso:
En el Oriente hay instructores que desgraciadamente, no han eliminado todo ese conjunto de elementos indeseables que se llevan en la psiquis. No está demás decirles para su información que a esos elementos en el Tibet se les denomina Agregados Psíquicos. En realidad, tales agregados son los mismísimos Yoes que personifican nuestros errores. Cuando un instructor de esos que no ha eliminado todavía los agrega-dos y tiene a su cargo un grupo de discípulos incuestionablemente, estos tienen que tener una gran pacien-cia, aguantarle todo el día al citado instructor sus patanerías. Los discípulos o chelas ven tan sorprendidos que tales agregados psíquicos van pasando en prosecución continua por la personalidad del instructor. Habrá un fin, un instante en que la prosecución debe terminar, y entonces, podrá expresarse el Maestro para darle la enseñanza. Esta es la causa causorum por la cual los discípulos de cualquier instructor de esos que todavía no han eliminado el ego, tienen paciencia elevada hasta el máximo. Esta clase de chelas tiene que aguantar y aguantar por que en cualquier instante el Maestro, al fin, tomo posesión de su vehí-culo y les da las enseñanzas.
No es nada delicioso estarle aguantando todo el día insultos al instructor ser víctimas de todas sus pata-nerías, pero al fin llega el Maestro y eso es lo que importa. Son Bodhisatwas, hay que aguantarles hasta que llegue el Maestro y de la enseñanza. Así piensan esos chelados o discípulos tibetanos. Prosiguiendo diremos que cada Agregado Psíquico es como una persona dentro de nosotros. No hay du-da de que esos agregados poseen nuestros tres cerebros el intelectual, el emocional, y el motor-instintivo sexual; es decir, cada Yo cada agregado, tiene su criterio propio individual, tiene sus ideas sus conceptos sus deseos, realiza determinados actos. Lleva a cada Agregado a gozar de cierta autonomía. Mirada la cosa desde éste ángulo, estudiada a fondo, llegaremos a la conclusión lógica e inevitable que dentro de nuestra persona viven diferentes personas, habitan muchas personas. Lo más grave es que todos estos riñen entre sí, se pelean por la supremacía, cada cual quiere ser el Amo, el Señor. Es claro, mirada la cosa a la luz de ciertos razonamientos resulta espantosa e insólita. Lo curioso del caso son precisamen-te los conceptos que se forjan cada uno de los señores de la cosa. El uno dice: “voy a comer, tengo ham-bre”, entra el segundo en conflicto y dice: “al diablo con la comida, yo voy a leer el periódico”, surge más allá el tercero en conflicto y en forma irrevocable dice: “que comida ni que lectura, voy a la casa de mi amigo fulano de tal”. Dice así estas palabras incongruentes todas las humanas personalidades movidas por ese resorte íntimo, abandona pues la morada para irse por allí por esas calles. Si nos pudiéramos ver de cuerpo entero, tal como somos ante un espejo, puedo asegurarles que quedaríamos perfectamente lo-cos. Estamos todos llenos de horripilantes contradicciones. Esto es nefasto para todos, no tenemos verda-dera existencia real.
Al nacer todos somos hermosos porque disponemos de un porcentaje, un 3% de conciencia libre, como lo dije en mi obra titulada
El porcentaje de esencia manifiesto en el niño es Autoconciente.
¿Cómo vería un recién nacido a los adultos?, a sus padres?, a sus hermanos?, parientes? , en la misma forma que Uds. verán a un drogadicto. Pero vean ustedes, como un adulto se siente hasta con autoridad para educar al niño, creen ellos que pueden educarle.
El niño a su vez se siente bastante mal, víctima de tales que quieren enseñarle. El los ve desde su propio ángulo, está despierto, percibe los agregados psíquicos de sus parientes, de los hermanos, visualiza también a sus propios agregados que entran y salen del recinto, dando vueltas a la cuna.
A veces las visiones son tan espantosas que el niño no puede llorar menos que aterrorizado. Entonces los
padres no entienden estas ocurrencias del infante. A veces acuden al médico, en el peor de los casos van en
busca de un espiritista o medium de mal agüero y logran “arreglar el caso” ese es el caso insólito en el que vive la humanidad dormida. En todo caso el pobre infante es víctima de toda esa locura de los mayores. El con paciencia, no le toca más que soportar el látigo de los verdugos; esa es la cruda realidad de los hechos.
Posteriormente, cuando la humana personalidad está formada en verdad, comienzan a entrar en el cuerpo del infante todos esos agregados psíquicos inhumanos que le pertenecen.
Entonces se notan cambios en la criatura, se vuelve molesta, celosa, iracunda, etc. etc. etc. y otras tantas co-sas más. Es lamentable esto ¿verdad?.
Pero al fin, el que era niño se volvió adulto. Las cosas cambiaron; ya no es el niño juguetón autoconciente
de otros tiempos. Ahora es el bribón de la cantina, el negociante, el lujurioso, el hombre celoso, etc. y al fin
se horrorizaba al ver al adulto. Ahora el niño se ha vuelto adulto y lo que es peor del caso, es que se le ha dormido la conciencia. ya no es capaz de mirarse con horror a sí mismo.
En realidad de verdad hermanos, cada uno de los agregados psíquicos que surge en nosotros tiene determi-
nados compromisos. Podríamos decir sin exageración que el ladrón por ejemplo, lleva dentro de sí una cue-
va de ladrones cada uno de ellos con múltiples compromisos en distintos días,horas y lugares. El fornicario
incorregible carga en su interior con él, y para colmo de los colmos tiene una casa de citas. El homicida
obviamente lleva en su psiquis un club de asesinos. Bueno, cada uno de estos en el fondo lleva sus compro-
misos. El mercader lleva en el fondo una plaza de mercados. Más ¿CÓMO SE TEJE Y DESTEJE NUESTRO PROPIO DESTINO?. Muchos dijeron Gurdieff y Ouspensky, Nicolls, etc., comentaron tales aspectos sobre
la ley de Recurrencias; más nosotros en el terreno de la investigación hemos ido lejos, conocemos a fondo la mecánica viva de la ley de Recurrencia, esto es muy importante.
Un sujeto X, por ejemplo, en una pasada existencia fue dijéramos, adúltero si hubiese dejado su mujer por
otra dama, es claro que al renacer trae en su psiquis el Yo adúltero, del adulterio a la misma persona a la que en la otra vida le cometió el delito. Esto no podrá expresarse en los primeros años de la infancia pues el suce-
so fue a la edad de treinta años, por ejemplo; indubitablemente el Yo del adulterio aguardará en el fondo de la
psiquis dentro del terreno de lo infrahumano, en las esferas subjetivas a que llegue la edad consabida de los famosos treinta años. Cuando esa llegase, ese Yo resurgirá con gran fuerza, se apoderará del intelecto, del
centro emocional, del instintivo motor y sexual de la máquina, para ir a buscar a la dama de sus ensueños. An-tes se habrá puesto en contacto telepático con el ego de aquella dama. Posiblemente hasta se hubiesen dado ci-ta en algún lugar de la ciudad, tal vez en algún parque o alguna fiesta. Es obvio que viene después el reen-cuentro. Pero lo interesante es ver como ese ego puede manejar la máquina, jalar al intelecto, mover a los cen-tros emocional y motor y llevarse la máquina precisamente al lugar de donde tiene que encontrarse con la da-ma de sus ensueños. Inevitablemente, el mismo proceso se realizará en ella y la escena se repetirá otra vez tal como sucedió.
Supongamos que un caballero X, en una cantina, se peleó en la pasada existencia con una persona, con otro
hombre por tal o cual motivo. ¿Creen ustedes que por el hecho de que el cuerpo físico deje de existir aquel Yo
va a desaparecer? No, simplemente continuará en la dimensión desconocida. Pero al renacer el Ego al retor-nar al volver a tomar un nuevo cuerpo, llegará el momento en que podrá entrar en actividad, aguardará la edad en la que sucedió el hecho en la pasada existencia. Si fue a los 25 años aguardará a la consabida edad y per-
manecerá en el fondo de la psiquis entre tanto y cuando llegue el momento, obviamente se apoderará de la máquina para repetir la hazaña.
Antes se habrá puesto en contacto telepático con el otro sujeto Z y se habrán dado cita posiblemente en otra cantina. Allí, al mirarse se reconocerán, se dirán y herirán mutuamente con la palabra y el hecho se repetirá. Vean ustedes como por debajo de nuestra Zona Concientiva y de nuestra capacidad razonativa se realizarán distintos compromisos. Así es como
Es muy poco el margen que tenemos de libre albedrío es muy poco el margen de libertad que nosotros posee-mos. En realidad de verdad estamos metidos dentro de la mecánica de
¿Qué necesitamos disolver los Yoes?, esto es lógico, estos son los actores de las comedias, dramas y tragedias ¿Podría haber acaso una comedia sin desarrollarse en cualquier escenario del mundo alguna tragedia sin trági-cos, sin actores?. Obviamente que no, ¿verdad?. Entonces si queremos cambiar nuestra propia vida, ¿qué de-bemos hacer?. No queda más remedio que disolver a los actores de comedias, dramas y tragedias, y ¿quiénes son esos actores?, ¿Dónde viven?, ¿porqué?.
Yo les digo a ustedes en verdad que esos actores son del tiempo.
En realidad cada uno de esos actores viene de antiguas edades. Si decimos que el Yo es un libro de muchos tomos, estamos asegurando una gran verdad.
Si afirmamos que el Ego viene de muchos ayeres, es cierto, entonces el ego, es tiempo, los Yoes personifican al tiempo, son nuestros propios defectos, nuestros propios errores contenidos en el reloj del tiempo, son el polvo de los siglos en el fondo mismo de nuestra psiquis.
Cuando uno conoce la didáctica precisa para la eliminación de esos elementos indeseables que llevamos den-tro, consigue insólitos progresos. Se hace indispensable, urgente e inaplazable conocer con exactitud la didác-tica, sólo así se hace posible la desintegración de esos elementos indeseables que se llevan dentro.
En alguna ocasión nació un niño en
través de las diversas técnicas y disciplinas de la mente consiguió el Auto-descubrimiento. Entonces con horror se dio cuenta que llevaba en su interior elementos abominables; comprendió que necesitaba de un gim-
nasio especial, de un gimnasio psicológico. Es claro que en aquel ambiente de perfección no existía tal gim-nasio.
No le quedó más remedio que abandonar la casa de sus Padres y situarse por allí en los suburbios de cualquier ciudad Atlante. Se creó a sí mismo el gimnasio psicológico, un gimnasio que le permitió el autodescubrimien-to de sus propios defectos. Claro, desintegró los agregados psicológicos y se liberó.
En verdad mis estimables hermanos, que las peores adversidades nos ofrecen las mejores oportunidades. Constantemente llegan hasta mí cartas de los distintos hermanitos del M.G.U. Unos se quejan de su familia,
de su padre, de su mamá, de sus hermanitos, otros protestan contra la mujer, contra los hijos, aquellas hablan con horror de su marido, etc. Y piden naturalmente un bálsamo para consolar a su adolorido corazón. Hasta ahora, entre tantas cartas no he visto ni una siquiera de alguien que esté contento con tales situaciones tan adversas. Todos protestan, y eso es lo lamentable. No quieren el gimnasio psicológico, antes bien quisieran huir del mismo, y a mí, como instructor no puede darme menos que dolor.
Digo: pobre gente, no saben aprovechar el gimnasio psicológico, quieren un Paraíso, no quieren entender la necesidad de las adversidades, no quieren sacar partido de las peores oportunidades. En verdad que no desean el Auto-descubrimiento.
Cuando uno quiere autoconocerse, es en esos gimnasios del dolor donde los defectos que uno lleva escondido
afloran inevitablemente. Defecto descubierto en tales situaciones debe ser trabajado profundamente en todos
los niveles de la mente. Cuando en realidad de verdad ha comprendido tal o cual error de tipo psíquico, está listo ciertamente para la desintegración. Puede apelar a Dios Madre a Stella Maris,
en el Indostán. Si uno apela a ese tipo de energía, si concentra su corazón, su mente y sus sentimientos más profundos en ella, será asistido.
Estoy seguro que ese ígneo poder podrá reducir a polvareda cósmica, el agregado psíquico en cuestión.
Ahora bien, conviene saber que el poder serpentino anular que se desarrolla en el cuerpo del Asceta Gnóstico,
multiplica su poder en
dalini, ella es
Cualquier situación adversa nos ofrece riquísimas oportunidades. Desafortunadamente las gentes quieren huir de las situaciones adversas, protestan en vez de dar gracias a tan brillantes ocasiones. Ese gimnasio psicológico resulta dificilísimo, imposible o casi imposible. Pero mientras más difícil sea el gimnasio, tanto mejor para el AUTODESCUBRIMIENTO.
Supongamos que tuvimos que pasar por una situación delicada; encontrar de pronto a su mujer platicando muy quedito, muy quedito en cualquier rinconcito de la casa con cualquier otro sujeto. Nada agradable pues,
aquel encuentro en verdad pero magnífico para el AUTODESCUBRIMIENTO. Posiblemente durante el hecho surgiera no solamente los celos, posiblemente hubo ira, amonestaciones a la mujer, tal vez despecho, un Yo del amor propio pudo sentirse herido, ofendido. En fin ¿qué hacer?. Muy tranquilos, en la noche, acostados en nuestra cama en decúbito dorsal, es decir boca arriba, con el cuerpo relajado, con los ojos cerrados, respirando rítmicamente, debe reconstruirse la escena tal como sucedió. Visualmente recabaremos datos psicológicos, hallaremos al Yo de los celos como primera causa, segundo al de la tremenda ira, tercero al del amor propio herido mortalmente. Descubiertos estos tres que en la escena entraron en acción, ahora tendrá que disolverlos. Una vez comprendidos no queda más remedio que reducir-los a cenizas. Se entrará a trabajar en todo caso de inmediato.
Claro es que en esos momentos nadie tiene ganas de trabajar; está ofendido. Lo único que le convendría sería un buen baño y echarse kilos de jabón a ver si se le pasa. Pero si a pesar de todo logra tener cierta autonomía como para trabajar, tanto mejor, eso es proceder. Invocar precisamente a Kundalini Shakti, suplicarle primero elimine ese asqueante monstruo de los celos, segundo después de haber trabajado a fondo el de los celos hay que suplicarle que destruya el monstruo de la ira, tercero el del amor propio.
Ciertamente la gente se quiere demasiado a sí misma, ese Yo del amor propio está muy arraigado en todo el mundo. Si nos dan dos palmaditas en el hombro sonreímos deliciosamente, pero si nos dicen alguna palabrita humillante nos volvemos serios y terribles. Ese Yo del amor propio hay que aniquilarlo es el tercero que ha-bría que cargarle todo el poder de
Lo que viene en subsiguientes días y horas es el mismo trabajo , hasta que los tres colegas de tan fatal escena fuesen aniquilados.
Obviamente es en la vida práctica donde debemos sacar el material para la disolución del Ego. Las personas tienen la tendencia a escaparse de la vida práctica, quieren disolver el Ego huyendo de la vida práctica lo cual es manifiestamente absurdo.
Recuerdo cuando estaba en el trabajo de la disolución del Ego, que en cierta ocasión, un hijo mío cometió un absurdo error, cual fuera atropellar con su coche a otra persona, a un obrero. Ciertamente me costó determi-nada suma, unos 2.000 pesos para el herido y otra tanta cantidad para evitar que el pobre muchacho fuera a parar a la cárcel. Pero allí no termina la cuestión. La realidad es que cuando hube de ir a cancelar la deuda, el hijo aquel, en vez de agradecer protestaba con cierta vehemencia. El no estaba de acuerdo en que yo le die-ra esos 2.000 pesos a ese pobre infeliz obrero.
Pero a mí me pareció justo dárselos y se los dí. En la protesta hubieron palabras, sino por lo menos de carac-ter, grotesco, si ingratas. Ira no sentí, debido al hecho de haberla disuelto.
Cierto dolor sí. De inmediato me entregué a
Fue un hecho concreto, claro y definitivo, pero en las personas la tendencia es huir de los hechos prácticos de la vida y eso es absurdo, completamente ABSURDO. En algunas otras ocasiones (y me gusta citar ejemplos vívidos con propósito de orientación colectiva) estaba yo muy afectado con cierta irritabilidad, por palabras de aquel hijo que por cierto no eran hermosas. Mantuve siempre control sobre mi mente y jamás exploté, ja-más rasgué mis vestiduras. En verdad esto fue un triunfo pero no hay duda de que allá adentro, muy adentro, no dejaban de producirse algunas reacciones nada agradables. Cuando exploré con el sentido de Auto-obser-vación psicológica, con gran asombro descubrí un Yo fornido, robusto, bastante gordito por cierto, peludo como oso, andando por el corredor de mi vieja casa señorial. Ah, cuan escondido estabas, condenado!, le dije Ahora sí que te voy a dar chicharrón!, ya conmigo no puedes. Conclusión: apelé a Devi Kundalini Shakty. Conforme lo trabajaba iba perdiendo aquel monstruo volumen, se iba empequeñeciendo en forma didáctica y a medida que se empeñecía, se embellecía también más. Así parecía un niño muy hermoso, hasta que un día
El sentido de
lo vayan usando. No olviden que sentido que no se usa se atrofia, un día llegará en que el sentido de Auto-ob-
servación en ustedes se habrá desarrollado de tal manera que podrán percibir a tales agregados psíquicos, aún más, podrán darse cuenta del resultado del trabajo sobre tales agregados. En nombre de la verdad tengo que
decirles que así como allá en el firmamento existe una luna, así también dentro de nosotros existe una luna
psicológica, una luna psíquica. Así como la luna brilla en el firmamento y tiene dos caras, que es visible a simple vista mediante el sentido de
conocido, incógnito. Sin embargo, éste último se torna visible cuando el sentido psicológico se ha desarrolla-do hasta el máximo. Creo que ustedes pues, van entendiendo todas éstas cosas. Ahora tenemos que lanzar toda la carga contra los agregados psíquicos de la parte visible de la luna psicoló-gica. Mucho más tarde en el tiempo habrán de pasar, de lanzarse contra los elementos indeseables de
Muchos santos lograron aniquilar los Agregados Psíquicos de la parte visible de su Luna Psicológica, más nunca supieron nada sobre los elementos indeseables de la otra parte de su Luna y aunque se sumergieron en el Nirvana, en el Maha-Para-Nirvana, debieron retornar más tarde, y continuar su trabajo con la otra cara, la oculta, los elementos para el trabajo tenemos que encontrarlos en los hechos concretos de la vida práctica. Así que no se me escapen, no traten de evadirse de la vida real, deben ser más prácticos si es que quieren de verdad desintegrar el Ego. Conforme lo vayan haciendo, a medida que el agregado psicológico se va pulveri-zando,
Todo lo que necesitan es estar alertas y vigilantes como el vigía en época de guerra. Estamos hablando así, estamos hablando, pero tal vez, ¿qué palabras estoy diciendo?. Así que debemos estar alertas con nuestras palabras. Tenemos emoción, sí tenemos, ¿qué clase de emoción?. Tal vez estamos emocionados por algún tango cuando escuchamos las canciones de Carlos Gardel, ¿qué clase de emoción tenemos?, ¿son buenas?, ¿son malas?, ¿serán emociones altas o simplemente inferiores?.
Eso de salir en una fiesta movidos de emociones inferiores, bailando algo meramente profano, ¿qué está in-cando?.
De manera que en los hechos de la vida práctica debemos descubrir las emociones inferiores. Estas acusan, indican Yoes emocionales inferiores que hay que desintegrar. Si nosotros no extirpamos, no hacemos sangrar el cuchillo de la autocrítica en las emociones inferiores, no será posible que se desarrolle en nosotros el Cen-tro emocional superior que tan necesario es, precisamente para recibir los mensajes que vienen de los mundos superiores.
Así que es en la vida donde debemos autodescubrirnos, tenemos que estar acechando nuestras propias pala-bras, nuestros propios pensamientos, nuestras propias ideas.
Que de pronto llega a la mente un pensamiento lujurioso, una escena morbosa, ¿ustedes creen que habrá lle-gado así por que sí?, ¿qué indica esto?. No hay duda que tras ese cine nefasto de la mente, tras de esa proce-sión de formas morbosas, algún Yo de la lujuria está en actividad. Si hay Yoes de lujuria y se apoderan de los rollos esos que almacenamos en el cerebro, cuadros de recuerdos, y de formas pasionarias, luego proyecta, él une tales rollos sobre la pantalla del entendimiento.
Si uno se identifica con esas escenas morbosas, fortifica también a los Yoes. Así que si en un instante de esos, somos asaltados por pensamientos de esa clase se hace indispensable invocar a
Necesitamos tomar posesión de sí mismos si es que de verdad queremos ser Reyes y Sacerdotes de
leza según
El día que Uds. hayan tomado dijéramos, Conciencia iluminada, el día en que ustedes se hayan hecho libres de verdad, ese día también habrán cristalizado eso que se llama Alma. Y será todo Alma, hasta sus cuerpos fí-
sicos se volverán Alma, estarán cargados de atributos y poderes cósmicos, poderes que divinizan. Les he en-señado hoy pues, una didáctica práctica a través de una dialéctica definitiva. Y en este preciso instante vamos a entrar en Meditación. Pero antes es necesario saber sobre que vamos a trabajar, de lo contrario no tendría sentido lo que vamos lo que vamos ha hacer. Como quiera que ustedes son personas que luchan por el auto-descubrimiento, es obvio que estarán trabajando sobre tal o cual error psicológico, ¿Hay alguno de ustedes que todavía no sepa sobre lo que va a trabajar?, ¿Es posible que exista aquí en este grupo algún hermano que no esté ocupado en desintegrar algún defecto?. Si así fuese me gustaría conocerlo. ¿Cuál de ellos?.
· V.M. Samael Aun Weor.
· V.M.: ¿Sobre cuál estás trabajando tú?
· Yo estaba tratando de trabajar en la meditación sobre la lujuria, ira, miedo, entonces se confunde uno.
· V.M.:¿Pero sobre cuál estás trabajando específicamente? Veo que eres un hombre juicioso y, por lo tan-to, ya habrás especificado tu trabajo.
· Yo he querido trabajar sobre la lujuria.
· V.M.: El de la lujuria es capital y se trabaja durante toda la vida, pues allí está el pecado original, la raíz de todos los defectos. Pero siempre hay que trabajarlo asociado a algún otro. Que se trabaje la ira, pero la lujuria continúa; que se trabaje el orgullo, pero continúa la lujuria. Ese es capital.
· O sea en una Meditación ¿hacer todo lo que se recuerda del Yo?.
· V.M.: Eso de lo que se recuerda me suena INCOHERENTE, VAGO, IMPRECISO, INODORO, INSIPI-DO, INSUBSTANCIAL, INCOLORO. Pensemos con exactitud cual defecto acabas de descubrir en la práctica. Si estás alerta y vigilante como el vigía en época de guerra, tienes que haber descubierto algún defecto. ¿Cuál acabas de descubrir? ¿En que situación te has visto ahora metido? ¿Tuviste alguna palabra de ira? ¿Tuviste algún impulso lujurioso? ¿Cuál fue el último que descubriste? ¿En que situación? ¿Fue en casa, en un bar? ¿Qué te sucedió cuando estabas durmiendo?.
· La ira.
· V.M.: Un arranque de ira. Me gusta que seas sincero ¿sabes? Está bien. Pues eso es lo que uno tiene que hacer, vivir alerta y vigilante como el vigía en época de guerra. ¿Dónde fue la ira? ¿Cuál fue el momen-to?. Puedes tú visualizar el instante en que tuviste ira? ¿Puedes hacerlo? ¿Puedes visualizar, recordar co-mo fue la cosa?.
Pues ahora vamos a trabajar sobre eso. Es de hechos incoloros, insípidos, inodoros, insubstanciales. Va-mos a partir de hechos concretos, claros y definitivos, vamos a ser prácticos en un 100%. Reconstruye, visualiza esa escena de ira, y sobre eso vas a trabajar ahora en
· Maestro: sucede que cuando uno descubre a un defecto que le está atacando por ejemplo la ira, y uno suplica a su Divina Madre que le ayude a eliminar.
· V.M.: ¿De que situación partiste? ¿Cuándo sucedió eso? ¿en que calle? ¿en que número de casa?. Yo quiero hechos, no me vengas con vaguedades.
· Sucedió ayer precisamente, cuando en un ataque de ira, pues yo quería ir a escuchar su conferencia, ese anhelo que tengo se sintió herido porque mi esposa no quería ir, entonces me airé, pero en ese mismo ins-tante supliqué a mi Divina Madre y lo acusé pero no sé si logré algo.
· V.M.: Vamos a ser más prácticos. Te airaste contra tu pobre esposa, pero, tu ya sabes porque te airaste?.
· Por que no me dejó ir a
· V.M.: Entonces hay dos defectos: hay uno de Ira, y otro, el orgullo. Sobre esos dos yoes vas a trabajar ahora concretamente, prácticamente. La petición que hiciste en ese momento está bien pero fue un poco a la ligera.
¿Ya reflexionaste sobre eso? ¿Ya reconstruiste la escena? ¿Cuántas horas estuviste en tu cama con tu cuerpo relajado haciéndote conciente de lo que sucedió? ¿Me podrías decir exactamente?. Pues está muy a la ligera y necesitamos ser más profundos.
El agua que corre turbia es el agua de poco fondo, necesitamos agua de mucho fondo. Los lagos dijéra-mos con poca profundidad, a la vera del camino, se secan bajo la luz del sol y se convierten en ciénagas, llenas de podredumbre. Pero en las aguas profundas donde habitan los peces y hay vida son diferentes. Nosotros necesitamos ser más profundos. ¿Cuántas horas permaneciste en meditación reconstruyendo la escena?.
· Me gustaría saber sobre el Rasgo Psicológico Principal.
· V.M.: Sí, es fundamental el Rasgo Psicológico Principal, porque cuando uno lo conoce lo trabaja, y en-
tonces se hace más fácil la desintegración del Ego, pero voy a decirles a ustedes una gran Verdad: antes de explorarnos para conocer el Rasgo Psicológico Principal, debemos haber trabajado bastan-
te, unos cinco años por lo menos; porque no es tan fácil poder descubrirnos el Rasgo Psicológico Prin-
cipal.
En verdad, uno sobre su propia personalidad tiene falsos conceptos. Uno se ve a través de la fantasía, uno piensa sobre sí mismo siempre en forma equivocada. Más bien los demás pueden a veces verlo a un me-
jor pero uno sobre sí mismo tiene conceptos falsos.
No podría uno descubrir su Rasgo Psicológico Principal en tanto no haya eliminado un buen porcentaje de agregados psicológicos inhumanos. Por eso si quieren conocer el Rasgo Psicológico Principal que se trabaje por lo menos 5 años. Después de cinco años podemos darnos el lujo de usar el sistema retrospec-tivo para explorar tanto a nuestra vida actual presente, como a nuestras vidas anteriores. Entonces vere-mos con gran asombro que una y otra vez cometemos el mismo error. Descubrimos un error clave que en toda existencia ha cometido siempre los peores errores, y que siempre está especificado por un deter-minado delito y que ha sido el eje de todas nuestras existencias anteriores. Pero obviamente, para practicar con cierta lucidez ese ejercicio retrospectivo hay que eliminar primero muchos yoes. De ninguna manera podría Yo creer que se pudiese descubrir el Rasgo Psicológico Funda-mental si uno no ha usado inteligentemente el sistema retrospectivo. Para usarlo de verdad con lucidez, también necesitamos ser sinceros. Cuando está la conciencia demasiado metida entre los Yoes, no hay lucidez. Entonces el ejercicio retrospectivo en esas condiciones resulta incipiente, sino fantástico o equi-vocado. Ese es mi concepto.
· En la mañana sentí cierta reacción, más luego otra reacción que obedece a otro Yo. En
· V.M.: Bueno en la meditación debes dedicarle a uno, al primero. Más tarde te dedicas al otro. Ahora con fines de trabajo, dedícale al primero.
· Ese Yo que dejo fuera de la meditación ¿no se engorda?.
· V.M.. Tú lo dejas para otro evento, pero si no querés que se engorde, no le des más alimento, verás que se vuelve flaquito.
· Maestro usted nos ha enseñado un orden en el trabajo. Pero durante el día se le manifiestan a uno muchos defectos, por eso tal vez ha habido un mal entendimiento nuestro al buscar un Rasgo Psicológico.¿Cómo podemos entender eso, y sobre qué se deberá trabajar?.
· V.M.: Hay que tener un orden en el trabajo, claro está que sí. Y estoy de acuerdo. Pero al llegar la noche con tu cuerpo relajado, pasarás a practicar tu ejercicio retrospectivo sobre tu actual existencia o existen-cias anteriores, por lo menos sí sobre el día. Entonces vas a visualizar, a reconstruir los eventos del día. Ya reconstruídos enumerados, clasificados, debidamente , proceder a hacer el trabajo. Primero un even-to al que le puedes dedicar 15 ó 20 minutos, otro evento al que le puedes dedicar media hora, otro even-to 5 minutos. Todo depende de la gravedad de los eventos. Y así, ya ordenados, puedes trabajarlos en la noche tranquilamente y por orden.
· Y ¿para eliminarlos?.
· V.M.: También por orden, porque en cada trabajo sobre tal o cual evento entran los factores de descubri-to, enjuiciamiento y ejecución. A cada elemento le aplicas los tres instantes. Descubrimiento: tú lo des-cubriste. Comprensión: cuando tú lo comprendiste. Eliminación: con ayuda de
Así se trabaja, porque si vas a trabajar uno por uno, piensa como se te va a poner la cosa, se te va a poner muy de “para arriba”, porque en realidad de verdad te digo, o voy a repetirte aquella frase de Virgilio el poeta de Mantua en su Divina Eneida: “Aunque tuviéramos 1.000 lenguas y paladar de acero no alcan-zaríamos a enumerar nuestros defectos cabalmente”.
De manera que si te propusieras a trabajar un defecto dos meses, otro defecto otros dos meses, y si son miles ¿cuándo los vas a eliminar a todos?.
Además un defecto está asociado a otro. Rara vez aparece un defecto solo, siempre a un defecto se le aso-cia otro. Así es que hay que trabajarlos por orden pero debidamente clasificados. Diariamente HASTA TRIUNFAR.
· Usted nos habla sobre el desorden de la casa. El Maestro G. habla sobre el desorden de la casa y sobre el Mayordomo Interno, y sobre el cual unos Yoes que gustan del trabajo y unos Yoes que no gustan del tra-bajo. Para formar un centro de gravedad permanente, ¿Cómo podríamos entender esto?.
· V.M.: Pues francamente eso del tal “Mayordomo” tan citado por Nicoll, por G. y por Ouspensky, pues me parece una tontería. No tiene ningún valor. Por mi parte, jamás, o mejor dicho, éste que está aquí den-tro que disolvió el Ego, con sinceridad, nunca usó del sistema del Mayordomo. Un día me decía un amigo que tenía una fábrica de pantalones por allá en El Salvador: “Maestro, si yo desintegro el Yo útil que hace pantalones en mi fábrica, entonces ¿quién va a seguir haciendo pantalo-nes?, ¿va a fracasar mi fábrica?. No te preocupes –le dije- buen amigo, si ti desintegras ese Yo una parte del Ser correspondiente a toda clase de Artes, se encargará de la labor de hacer pantalones. Y hará mejo-res que tú. Mi amigo se mostró satisfecho y continuó a su cargo.
Los Yoes buenos hacen buenas obras pero NO SABEN hacer buenas obras. Hacen el bien cuando
no se debe hacer, le dan una limosna a un marihuanero para que vaya a comprar más marihuana, le dan limosnas a un borracho para que siga emborrachándose, le dan limosna a un rico que pide limosna, y co-sas por el estilo. Los Yoes del bien no saben hacer el bien. En última instancia nosotros tenemos que pe-lear contra el bien y contra el mal. Francamente en última síntesis, nosotros tenemos que pasar más allá del bien y del mal. Y empuñar la espada de
Al fin y al cabo ¿qué es lo que llamamos bien?. Bueno es todo lo que está en su lugar y malo es lo que está fuera del lugar. Por ejemplo: el fuego es bueno pero, ¿qué tal si quemase las cortinas o los asara a Ustedes vivos?, ¿cómo les parecería?. ¿Les gustaría sentirse convertidos en teas encendidas?, veo que no ¿verdad?.
Ahora el agua, en ese vaso está bien, todavía en la cocina sirve para lavar los platos. Pero que tal el agua inundando todas las habitaciones? sería mala ¿verdad?. De manera que bueno es lo que está en lugar, ma-lo lo que no está en lugar. Una virtud por muy santa que sea si queda fuera de lugar se vuelve mala. A us-des ¿les gustaría ya como instructores gnósticos, irían a una casa de citas o a un prostíbulo?, ¿les gusta-ría?. Creo que no. Y si les gusta pues no se los recomiendo, pues eso ya sería malo, absurdo.
Así que bueno lo que está en lugar, y malo lo que está fuera de lugar. Entonces al fin y al cabo las pala-
britas bienen mal marcadas, fuera de uso, podríamos decir correcto e incorrecto. Así que lo importante
en la vida es, dijéramos, disolver los Yoes, sean buenos o malos no importa.-