La influencia lunar…
En modo alguno sería posible liberarnos de la fuerza lunar si no estableciéramos previamente en nosotros un Centro de Gravedad Permanente. Incuestionablemente, existe un lado obscuro dentro de nosotros mismos que no conocemos o que no aceptamos. Lo peor de todo esto es que proyectamos ese lado obscuro e inconsciente de sí mismos en las otras personas, y entonces lo vemos en ellas. Por ejemplo las vemos como si fueran embusteras, infieles, mezquinas, etc., en relación con lo que cargamos en nuestro mundo interior.
Samael Aun Weor.
LA ABUELA LUNA,
LA MADRE TIERRA...
“Ante todo he de decir que dependemos, desgraciadamente, de las influencias mecanicistas de la Luna. Así, pues, lunáticos no son solamente los locos. Todo el mundo depende de la Luna; la Luna es como una gran pesa para el organismo planetario en que vivimos, es decir, para el planeta Tierra”.
Samael Aun Weor
Conferencia titulada “La influencia lunar”.
La Luna tarda 27 días y 8 horas aproximadamente en girar una vez alrededor de la Tierra, transmitiendo diferentes impulsos que se repiten tres veces. Tales impulsos influyen sobre el crecimiento de las plantas,
la vida de los animales, etc., e incluso ejercen influencias sobre la psiquis humana.
1. LA BELLA SELENE
La Luna fue un planeta vivo en el pasado Gran Día Cósmico. Entonces tuvo rica vida mineral, vegetal, animal y humana.
La Luna es la madre de la Tierra y gira incesantemente en torno de su hija, como si fuese en verdad un satélite. La Luna es, pues, quien representa el papel principal y de mayor importancia, tanto en la formación de la Tierra misma como en lo referente a poblarla de seres humanos.
Es indubitable que la Luna madre, al exhalar su último aliento, transfirió a su hija la Tierra todos sus poderes vitales. Bajo el subsuelo lunar podrán los arqueólogos descubrir ruinas de gigantescas ciudades que otrora existieran en el pasado Mahanvantara o Día Cósmico. Es evidente que la Luna podrá ser utilizada como plataforma cósmica para futuros viajes a otros mundos habitados.
“La Blavatsky dice que la Luna es la madre de la Tierra. Para los iniciados de Anawak la Luna es la abuela, porque la Luna es la madre de la Tierra. Y si la Tierra es la madre de nosotros, entonces resulta que la Luna es nuestra abuela. Vean ustedes cómo ellos, con gran sabiduría, definen algo que los modernos intelectuales de tantas campanillas no han podido definir (yo en realidad entre paréntesis, he visto que la sabiduría es espantosamente sencilla, que tiene una ingenuidad y una inocencia que asombran)”.
Samael Aun Weor.
El Cuerpo Vital está siendo investigado por los rusos, quienes le han dado el nombre de “Cuerpo Bioplástico”.
Por otra parte, los científicos están de acuerdo en afirmar que la Luna influye muy directamente en el comportamiento humano, animal y vegetal. De modo que los planteamientos del Maestro Samael Aun Weor tienen bases sólidas y documentación precisa; no son simples teorías o hipótesis. (Nota de los editores)
Cualquier Jivanmukta o Mahatma podrá verificar, por sí mismo, precedentes manifestaciones en el mundo lunar. Es ostensible que la Luna fue en otros tiempos la morada de los selenitas. No resulta difícil comprender que en la corteza lunar evolucionaron e involucionaron siete razas humanas. De acuerdo con la sabia Ley de Recurrencia, que se procesa siempre en todos los mundos, es obvio que la primera raza selenita fue una generación gigante. Basados en esa citada Ley podemos comprender, sin mucha dificultad, que las últimas familias de Selene fueron liliputienses, demasiado pequeñas de estatura. Es incuestionable el regreso involucionante de la humanidad selenita, hasta llegar al estado germinal‑elemental, primitivo.
El reposo de los Gérmenes Elementales durante el Gran Pralaya o Noche Cósmica, es de hecho un axioma de la sabiduría antigua.
La Ley de Eterno Retorno hizo posible el nuevo desarrollo de los gérmenes elementales de la vida. La Ley de Recurrencia repitió todo el proceso evolucionante e involucionante de tales gérmenes lunares, aquí en el planeta Tierra (recordemos que nuestro mundo es hijo de Selene).
Si todo se repite, es indudable que toda la historia de la humanidad terrícola es una repetición en el tiempo de los anales de Selene. En un futuro remoto la humanidad terrestre habrá regresado también al estado germinal primitivo. Entonces la Tierra será una nueva Luna...
2. EL ALMA LUNAR
¿Que nuestro planeta Tierra tiene un Cuerpo Vital? ¡Eso no se puede negar; sí que lo tiene! Nosotros también tenemos un Asiento Vital. Sin ese Asiento Vital no podría el cuerpo físico existir.
A la hora de la muerte el cuerpo físico va al sepulcro, junto con el Vital. Ese Cuerpo Vital se va descomponiendo lentamente, frente al sepulcro, y tiene un color fosforescente, brilla como los “fuegos fatuos” de la medianoche. Los videntes suelen ver ese Cuerpo Vital frente a los sepulcros, descomponiéndose lentamente, a medida que el cuerpo físico también se va descomponiendo.
El Cuerpo Vital, repito, es el asiento de la vida orgánica. Ningún cuerpo físico podría funcionar sin ese “Nisus‑Formativus”. Sin ese Cuerpo Vital que tan fundamental es para la Biología, para la Química para la Fisiología, etc. Ahondar en esta cuestión es urgente, inaplazable, impostergable.
Más, ¿cómo es ese Mundo Vital? Porque si nosotros poseemos un Cuerpo Vital, el planeta Tierra tiene también que poseerlo. Obviamente, el Cuerpo Vital del planeta Tierra es el Edén, el “Paraíso, la Tierra Prometida” o Cuarta Dimensión de la cual hablara Moisés, el gran Cabalista‑Iniciado, el gran legislador hebraico...
Quienes suponen que el “Paraíso Terrenal” estuvo ubicado en tal o cual lugar de la Tierra, están equivocados. La explicación que da la Biblia sobre los ríos Tigris y Eufrates y el “Paraíso” situado allá, en la Mesopotamia, es completamente simbólica. El “Paraíso Terrenal” es el Cuerpo Vital del planeta Tierra, es la sección superior de este mundo tridimensional de Euclides. El Cuerpo Vital terrestre sirve de asiento a la vida orgánica de todo nuestro mundo Tierra.
Ciertamente, el Cuerpo Vital contiene en sí mismo dos esferas: primera, la Luna; segunda, la Tierra (son como dos yemas del mismo huevo). Esto parecerá insólito, más en el fondo no lo es.
Recuérdese que la Luna que nos ilumina en el espacio infinito, un día tuvo vida, y vida rica en abundancia: mares profundos, volcanes en erupción, vida vegetal, animal, humana, etc. Aquellos que afirmaran que “la Luna es un pedazo de Tierra lanzada al espacio”, quedaron muy mal con las exploraciones hechas por la “NASA”. Los distintos guijarros lunares, examinados con el “Carbono‑14”, indicaron que la Luna es más antigua que la Tierra. Entonces, obviamente, no es un pedazo de costra terrestre como suponen muchos ignorantes y equivocados.
¿Que el Alma Lunar un día fue transferida a nuestro mundo Tierra? ¡Eso es obvio! Después de que ese mundo se convirtiera en un cadáver, su Alma Lunar, su Principio Vital, fue transferido a esta región del espacio y sirvió de “Nisus Formativus” para nuestro planeta Tierra. Por eso es que nuestros antepasados de Anawak la llamaban “nuestra Abuela‑Luna”.
Obviamente, la Luna juega un gran papel en la economía orgánica de nuestro mundo Tierra. Como quiera que el Cuerpo Vital de la Tierra abarca también a la Luna, esto hace posible que la Luna actúe en forma más directa sobre nuestra Tierra, sobre los organismos, etc. Ya sabemos el papel que juega en relación con las altas y bajas mareas, ya sabemos la relación que tiene con la función ovárica (en el sexo femenino), ya sabemos la relación que tienen los Ciclos Lunares con las distintas enfermedades: con la salud mental de las gentes que están en el manicomio y que con los cambios de la Luna se enferman aun más, etc.
La Luna influye directamente en la concepción de todas las criaturas vivientes. En creciente, la savia sube; en menguante baja, y esto es extraordinario.
Así, pues, el Mundo Vital es algo que vale la pena investigar.
Samael Aun Weor
Samael Aun Weor / Resumen-Conferencia.
La Influencia Lunar.
“Toda la mecánica de la tierra está gobernada por la Luna y el animal racional desgraciadamente no es mas que una máquina”.
Ante todo he de decir que dependemos desgraciadamente de las influencias mecanicistas de la Luna; así pues, que lunáticos no son solamente los locos, sino que todo el mundo depende de la Luna. La Luna es como una gran pesa para el organismo planetario en que vivimos, es decir, para el planeta Tierra; vean ustedes las influencias de la Luna sobre las plantas. En creciente, la savia se encuentra especialmente en la parte superior de las mismas; en menguante, la influencia lunar hace que la savia baje y se concentre muy específicamente en la parte inferior del tronco y raíces.
Antiguamente, los agricultores cortaban las maderas especialmente en las crecientes y sembraban en menguante, obteniéndose maderas maravillosas que duraban siglos enteros. Ahora, se han olvidado las gentes de la influencia lunar, y cortan las maderas en menguante y siembran en creciente, dando por resultado maderas que muy pronto se echan a perder.
“Donde quiera que la energía motriz se aplica a un mecanismo cualquiera, alguna clase de peso es indispensable para suavizar y acentuar la fuerza animadora y para impedir que el todo se precipite en el espacio”.
Las gentes, por ejemplo, nacidas bajo el signo de Cáncer, muy especialmente cambian su carácter de acuerdo con las fases de la Luna.
La Luna produce las altas y bajas mareas, regula el proceso de ovulación en los ovarios del sexo femenino, dirige la concepción de todas las criaturas, etc. No podría realizarse, en verdad, ninguna concepción sin la influencia lunar.
La Luna, obviamente se relaciona también con las enfermedades; los ciclos lunares gobiernan el tifus, la viruela, etc.
Es una gran pesa, como la pesa de un reloj, así como la pesa de un reloj hace que funcione el reloj, así también el péndulo, o pesa por decirlo así, de la Luna, hace funcionar toda esta naturaleza, toda esta Tierra. Por todos estos motivos, vamos viendo que la humanidad es completamente lunar, y si observamos el péndulo de un reloj, vemos que es mecánico en un ciento por ciento y que gobierna toda la mecánica del reloj. Así también, la Luna, que es el péndulo de este planeta Tierra, gobierna mecánicamente a todo el planeta, y nos gobierna a nosotros mismos; así que, los seres humanos, la humanidad entera, es lunar ciento por ciento.
La Luna, claro, va tomando cada vez más fuerza en nosotros. Obsérvese cómo se comporta la humanidad. Si vemos un péndulo en su movimiento de derecha a izquierda, podemos notar cómo se comporta toda la maquinaria del reloj; así también, si vemos la Luna, que es el péndulo de este planeta Tierra, observaremos cómo se comporta todo el organismo Tierra; dentro del organismo Tierra están incluidos todos los organismos vivientes cada clase de organismo tiene una misión específica, definida, en el planeta Tierra.
Una familia de insectos, por ejemplo, que sólo dura una tarde de verano, pareciera como si no tuviera mucha importancia, sin embargo la tiene. Esa clase de seres capta determinado tipo de ondas cósmicas que transforma instintivamente y retransmite a las capas interiores del organismo planetario en que vivimos. Una familia como la de los tigres, diríamos qué tiene que ver con este asunto, mucho; es otro tipo de energía el que captan estos organismos, transforman y retransmiten a las capas interiores del organismo planetario en que vivimos.
Las plantas, por ejemplo, se dividen en familias, cada familia vegetal capta determinados tipos de energía. Hay plantas que solamente captan energía del mismo planeta Tierra, transforman y luego retransmiten a las capas interiores del mundo en que vivimos. Hay plantas que solamente captan las energías solares, transforman y luego retransmiten a las capas interiores de la Tierra.
Hay plantas, arbustos, árboles que captan la energía de todo el Sistema Solar y las transforman para bien del organismo terrestre.
Hay vegetales que captan las energías de todo el Macrocosmos, es decir, de toda la Galaxia en que vivimos, transforman ese tipo de ondas y luego las retransmiten a las capas interiores del mundo en que vivimos.
“Sin la Luna como poderoso equilibrador de pesos, todos los líquidos de la Tierra tenderían inevitablemente a ser arrojados fuera de la superficie terrestre por la atracción magnética del Sol al girar la Tierra”.
“La Luna controla toda la mecánica de la naturaleza, la Luna actúa sobre los líquidos incorpóreos e inorgánicos y también sobre los líquidos incorporados a la materia orgánica; la Luna controla el crecimiento de las plantas; ejerce influencia sobre los fluidos sexuales; regula el flujo menstrual de la mujer; gobierna la concepción de todas las criaturas, etc. ...”
Y por último, hay plantas que captan la totalidad de las energías de todo el Megalocosmos, es decir, de todo este infinito en que vivimos y las transforman y retransmiten a las capas interiores de la Tierra; digo de todo este infinito en que vivimos, porque en realidad de verdad hay varios infinitos. En la Pistis Sophía se habla de los varios firmamentos. Este infinito en que vivimos es perceptible por todos los telescopios y tiene un promedio de unas 100.000 galaxias; a cada galaxia podemos ponerle un promedio de 100.000 soles con sus correspondientes lunas, etc.
Obviamente, todo esto forma el infinito que podíamos denominar el infinito de Einstein, porque fue Einstein el hombre que en nuestros tiempos modernos lo presintió a través de sus cálculos matemáticos. Dijo: “el espacio tiende a un límite” también dijo que el espacio es curvo también dijo que el infinito tiende a unirse; de manera, que este hombre sabio comprendió que vivimos en un infinito que tiene un límite y que es curvo.
Más allá de este infinito hay un espacio vacío, y mucho mas allá de ese espacio vacío sigue otro infinito y más allá de ese otro sigue otro espacio vacío, y luego prosigue otro infinito. Así, que tenemos la tesis de los varios infinitos.
Toda la multiplicidad de infinitos tiene por fundamento lo Inmutable. ¿Qué es lo que se llama Inmutable? Lo Inmutable es el Absoluto.
Bien, pero no nos alejemos tanto de nuestro tema, por ello, en realidad de verdad, como estábamos afirmando, las plantas también cumplen su misión de transformar y de transmitir al interior de la Tierra, energía. Todas las especies animales cumplen esa misión; y al fin y al cabo, el interior del organismo planetario en que vivimos, se sostiene precisamente por eso, por las energías cósmicas.
Pero la humanidad es el órgano más importante de la naturaleza. ¿Por qué es el más importante? Porque tiene tres Cerebros: El Intelectual, el Emocional y el Motor. El Intelectual está ubicado dentro del cerebro, el Emocional está en el corazón, y el Motor está en la parte superior de la espina dorsal. Esto hace que sea, pues, la humanidad el órgano más importante. Puede asimilar determinados tipos de energía y luego transformarlas y retransmitirlas a las capas interiores de la Tierra.
Así, que tenemos nosotros que saber que cada ser humano es una maquinita para transformar energía; para eso vive, para eso existe bajo la luz del Sol, es completamente mecánica y estamos regulados por la Luna. Libre albedrío, propia mente casi no existe. Imagínense, por un momento, un violín dentro de su correspondiente estuche; apenas si tiene un pequeño e insignificante margen, existente claro, entre el instrumento musical y el estuche; tal margen les daría una indicación del tipo de libre albedrío que poseemos; sin embargo es posible para nosotros ampliar ese pequeño libre albedrío, trabajar sobre nosotros mismos dejando de ser máquinas.
“La Luna controla toda la mecánica de la naturaleza, la Luna actúa sobre los líquidos incorpóreos e inorgánicos y también sobre los líquidos incorporados a la materia orgánica; la Luna controla el crecimiento de las plantas;
ejerce influencia sobre los fluidos sexuales; regula el flujo menstrual de la mujer; gobierna
la concepción de todas las criaturas, etc. ...”
Nosotros todos, junto con todas las criaturas que viven sobre la faz de la Tierra, y que constituye, dijéramos, el mundo orgánico, somos la maquinaria de este gran organismo llamado Tierra. El péndulo que hace mover este complicado organismo es la Luna.
La humanidad, partiendo de ese principio, es completamente mecanicista, y cada día se torna más y más mecanicista, eso es obvio. Se necesita crear dentro de nosotros mismos una Luna psicológica, sólo así podríamos dejar de ser mecanicistas. Dentro de nosotros, hoy por hoy, lo único que tenemos es un centro de gravedad mecánico, tal centro gravita en la personalidad.
Obviamente, en nuestra personalidad está lo que nos enseñaron, el ejemplo de nuestros mayores, la familia, lo que aprendimos en la escuela, en la calle, en el restaurante, en la cantina, etc., todo eso constituye la personalidad, ahí tenemos nuestro centro de gravedad. Mientras más brillante sea una personalidad, mientras mas cultivada se encuentre, tanto más resalta y los demás la respetan. Se respeta a los grandes plenipotenciarios, a los grandes embajadores, a los ministros de los gobiernos, se respeta a los archimillonarios, se respeta a las gentes del “alto mundo” porque tienen brillantísimas personalidades. Llevan entre sus bolsas eso que se llama Dinero; algunos poseen fascinante cultura intelectual, y esto hace que se tornen más brillantes en apariencia. De manera, pues, que nuestro centro de gravedad, hoy por hoy, está en la personalidad, desgraciadamente.
El que no tiene dinero, por ejemplo, no se le respeta. En New York existía un letrero que decía: “¿Quién eres tú?, el dinero habla por ti; tanto tienes tanto vales; si no tienes dinero, consíguelo; y si no lo consigues trabajando, siempre consíguelo”. Así pues, ese aviso, ese letrero, existía en New York; no sé si todavía existe, pero existía.
“Los médicos saben muy bien que el organismo de este pobre animal intelectual, está construido con
un número definido de elementos, y que es necesario el peso denso del yodo abajo para
balancear el principio activante del hidrógeno arriba”.
Así es la humanidad, habiendo dinero, pues, se tapan los peores defectos psicológicos, con el dinero se abren todas las puertas del mundo físico: “poderoso caballero es don dinero”. ¿Qué quiere decir esto?, que tenemos el centro de gravedad en la personalidad.
Si una persona no tiene mucho dinero, si es pobre, si vive por ahí en una casita humilde y anda mal vestido, pues todo el mundo la mira mal. ¿Por qué?, porque tienen su centro de gravedad en la personalidad, y si otros tienen un centro de gravedad muy pequeño, muy débil, ni se les toma en cuenta, esto significa que hay centros de gravedad más fuertes que otros. No es lo mismo el centro de gravedad, por ejemplo, del presidente de los EE.UU. que el centro de gravedad que podría tener un humilde trabajador de pico y pala.
Necesitamos crear un nuevo centro de gravedad; pero no mecánico, sino consciente. ¿Es posible crearlo?, sí es posible; si lo creamos pasaríamos del centro de gravedad mecánico al centro de gravedad consciente. Pero no se puede pasar del centro de gravedad mecánico al centro de gravedad consciente así porque sí, hay que trabajar sobre sí mismos.
“Resulta cien por ciento falso decir que la Luna es el retoño de la Tierra. La leyenda griega sobre Selene
es muy sugestiva y va más allá de las explicaciones puramente geológicas.
Selene, la Raza Lunar, esta raza perversa de Adam, nació de Theia, la Tierra, y de Hyperion, el Sol,
como dador de vida, quien era amado por Pan, el mundo de la Naturaleza.
Dice la leyenda griega que la bella y encantadora Selene estaba enamorada de Endimion, esta Raza Lunar
adormecida por Zeus en un interminable sueño.
La leyenda griega sobre Selene se refiera a la Raza Lunar y no guarda ninguna relación con esa caprichosa teoría del silo XIX que afirma que la Luna es un fragmento arrancado a la Tierra aún no formada
durante un cataclismo cósmico.
Basada en antiquísimos documentos arcaicos y en investigaciones esotéricas realizadas en archivos akashicos
de la naturaleza, esa gran mártir del siglo pasado llamada H.P. Blavatsky, afirma que la Luna
es anterior a la Tierra, es la Madre de la Tierra, es un mundo muerto.
Durante el pasado Mahamvantara la Luna fue un mundo densamente poblado, lleno de Sol
y de vida, ahora es un cadáver.
El Anima-Mundi Lunar se absorbió en el Espacio Abstracto Absoluto durante el Gran Pralaya (Noche Cósmica).
El Anima-Mundi Lunar tomó forma nueva en el planeta Tierra cuando se inició la aurora
del nuevo Mahanvantara (Día Cósmico).
Considerando los acontecimientos lunares y terrestres desde este ángulo cósmico, no se equivoca H.P.B.,
al afirmar que la Luna es la Madre de la Tierra, la antecesora de nuestro globo, de la que
provienen nuestros Padres o Pitris”.
Ante todo, debemos distinguir entre la personalidad y la falsa personalidad. La personalidad normal debe existir, claro está que sí, es el vehículo de manifestación que tenemos, pero otra cosa es la falsa personalidad.
Si queremos nosotros crear el centro de gravedad consciente, pues hay que eliminar, ante todo, de nosotros mismos los elementos indeseables del engreimiento, del orgullo, de la vanidad, del egoísmo, del amor propio, de los celos, etc. Sólo eliminando esos elementos psicológicos citados podemos entonces crear en nuestra constitución íntima, es decir, en nuestra Esencia interior, el centro de gravedad consciente, es decir la “Luna Psicológica”.
La Luna Psicológica es el centro de gravedad consciente; quien logre crear dentro de sí mismo una Luna Psicológica, indubitablemente se liberará de las influencias mecánicas de la Luna que gira alrededor de la Tierra. Para liberarnos, pues, de esa influencia mecanicista que nos viene de allá arriba, de la Luna física, necesitamos crear en sí mismos, y dentro de nosotros mismos, la Luna Psicológica; es decir, el centro de gravedad consciente, a diferencia del centro de gravedad mecánico que está ubicado en la personalidad.
El centro de gravedad consciente está ubicado en la Esencia, en la Conciencia, en la parte anímica, he ahí la diferencia. Ahora, eliminar los agregados psíquicos del orgullo, la vanidad, engreimiento, celos, ira, amor propio, egoísmo, implica un trabajo hondo; estos agregados obviamente gozan de cierta independencia o auto‑independencia, podríamos decir que son criaturas psicológicas o gentes psicológicas existentes en el fondo de nosotros mismos y que controlan a la personalidad. Dentro de tales entidades está embotellada la Esencia, la Conciencia; si queremos desintegrar esos defectos, esos agregados psicológicos, necesitamos comprenderlos; y si queremos comprenderlos, debemos primero descubrirlos. En la vida práctica, nosotros necesitamos vivir en alerta percepción, alerta novedad, si es que queremos desintegrar los agregados psíquicos indeseables que en nuestro interior cargamos.
Samael Aun Weor
COMPLEMENTO
LA PRENSA INFORMA:
“Luna y comportamiento humano están relacionados...
Si, todos somos lunaticos”
Ya se venía diciendo hace tiempo. Ahora, las investigaciones de psiquiatras y médicos, han dado una base científica a las especulaciones y predicciones de los astrólogos: la Luna influye decisivamente en el comportamiento humano. El estado anímico del hombre cambia con los ciclos de la Luna.
Esto no es un fenómeno extraño, si tenemos en cuenta, que el hombre está compuesto, igual que la superficie terrestre, por un ochenta por ciento de agua. Las mareas altas y bajas en los océanos, provocados por la fuerza gravitatoria de la Luna, también tienen, en cierta medida, lugar en el hombre. Así, por ejemplo, saben los médicos hace tiempo, que una operación quirúrgica en época de Luna llena, es mucho más peligrosa que una en Luna menguante a causa del peligro de hemorragias post-operatorias. También las crisis de asma y otras formas de pulmonía tienen que ver con las fases lunares. En la fase de Luna llena y nueva las mareas alcanzan su punto más alto y el efecto lunar en nuestro comportamiento llega en esos precisos momentos a su máxima intensidad. Un estudio de dos médicos indios reveló que en el momento del plenilunio, el Sol, la Tierra y la Luna se hallan colocados casi en línea recta, y en esta situación, la atracción gravitacional de la Luna sobre la Tierra, se manifiesta con mayor intensidad. La atracción del agua del organismo humano en ese momento es capaz de modificar el funcionamiento de las células, órganos, aparatos o sistemas corporales.
Los científicos están de acuerdo: la Luna influye directamente en el comportamiento humano, animal y vegetal. Las mareas de los océanos también tienen lugar en el hombre, porque, en el fondo, estamos compuestos básicamente de agua. Según un científico: “Aun llevamos minúsculos mares internos que se agitan con la misma energía que hace tres mil millones de años”.
Los departamentos de bomberos han observado que reciben un 25 ó 30 por ciento más de avisos las noches de Luna llena. Enfermeros que trabajan en pabellones de psiquiatría informan de mayor número de alteraciones en el comportamiento de sus pacientes. La Luna llena, de cuya importancia nos hablaron ya los astrólogos hace mucho tiempo, es la responsable de crímenes pasionales, de cambios de humor, de depresiones e insomnios. La influencia de la Luna sobre nuestro organismo no es solamente externa, circunstancia que se comprueba por el hecho de que el ciclo menstrual de la mujer tiene la misma duración que el mes lunar y que el periodo de gestación es de nueve meses lunares...
Una creencia popular es que, con la Luna llena, los partos son más fáciles y más frecuentes. Un médico alemán, el doctor Schultze, se tomó la molestia de verificar este dato y comprobó que desde que existen registros, nacen, efectivamente, más bebés en época de marea alta, es decir, de Luna llena.
Toda la Tierra experimentó la influencia lunar.
Pero no es solamente el hombre quien sufre la influencia de la Luna. El reino vegetal y animal también se resienten mucho de sus efectos.
Si es verdad lo que han demostrado los científicos alemanes Reinberg y Ghata respecto a que el ritmo lunar se nota, sobre todo en las algas marinas y en las plantas acuáticas en general, no son menos ciertos los estudios realizados por un equipo de médicos de cierta universidad estadounidense, en los que han demostrado que el consumo de oxígeno de las plantas se modifica en función del ciclo lunar.
Y nadie mejor que los campesinos para confirmar la supuesta influencia de la Luna en las plantas. Ellos habrán experimentado muchas veces, en sus propias plantaciones, que la calidad de las cosechas depende del periodo en que han sido plantados los cultivos. Las semillas de las hortalizas, sembradas en Luna llena, darán un fruto voluminoso y gustoso, aquellas que han sido sembradas o plantadas en cuarto creciente, serán grandes de tamaño, pero poco substanciosas.
Los científicos australianos Adderly y Bowen también han afirmado que la “Luna roja” que podemos observar al principio de la primavera es la responsable de las temidas heladas tardías.
Una notable obra del antropólogo británico Lyall Watson, nos explica la estrecha relación entre el organismo humano y los ciclos lunares: “Los fluidos que contiene nuestro cuerpo son una réplica perfecta del antiguo mar. Aun llevamos ese océano dentro de nosotros, atrapado para siempre como un fósil viviente”.
Los científicos están de acuerdo: La Luna influye directamente en el comportamiento humano, animal y vegetal. Las mareas de los océanos también tienen lugar en el hombre, porque, en el fondo, estamos compuestos básicamente de agua. Según un científico: “Aun llevamos minúsculos mares internos que se agitan con la misma energía que hace 3,000 mil millones de años”.
FASES DE LA LUNA Y SU INFLUENCIA.
La Luna en su movimiento de rotación gira sobre sí misma en 27 días y 8 horas. La Luna crece y mengua cada 14 días y sus fases duran 7 días cada una.
Movilunio o Luna Nueva:
Es cuando la Luna está colocada entre la Tierra y el Sol, no podemos ver su parte iluminada. Es la primera fase de la Luna y es débil para todo.
Cuarto Creciente:
Son posiciones intermedias, es cuando la Luna va de Movilunio a Plenilunio.
Es creciente porque recibe con mayor fuerza los rayos del Sol, es favorable para los agricultores, ciertas siembras, injertos o cortes de madera, para matar las reses y esquilar las ovejas.
Es la segunda fase de la Luna. Es bueno para todo lo que se inicia, para todo lo que se empieza, protege y favorece lo bueno.
Plenilunio o Luna llena:
Es cuando vemos la Luna plenamente iluminada, por encontrarnos nosotros entre ella y el Sol.
En esta fase la Luna es provocativa, majestuosa, dominadora, su luz hechiza y provoca la pasión de los cuerpos. Unos se enamoran, otros pelean, otros matan, otros embrujan, las mareas suben, se producen gran número de fecundaciones.
Es la tercera fase de la Luna. Es fuerte para todos los trabajos esotéricos; ya sean buenos o malos. Favorece los desdoblamientos astrales.
Cuarto Menguante:
Son posiciones intermedias, es cuando la Luna va de Plenilunio a Movilunio.
Esta fase es apropiada para la poda de los árboles, y también para la siembra de todo lo que requiere de un lento crecimiento, para dar abundancia de granos y cereales.
En esta fase lunar desencarnan bastantes personas, se agravan los enfermos y las mareas bajan.
En esta cuarta fase de la Luna, no es recomendable iniciar asuntos importantes.
LOS SIETE 52AVOS, PARA AYUDARNOS EN LA VIDA.
1º periodo
Contado a partir del día del cumpleaños. Ejemplo: 26 de Agosto al 16 de Octubre. Bueno para iniciar un negocio, viajes, matrimonio, todo lo que deba comenzar.
2º periodo
Contado a partir del 17 de Octubre hasta el 7 de Diciembre. También bueno, pero menos que el anterior con relación a papeleos.
3º periodo
Contado a partir del 8 de Diciembre hasta el 28 de Enero. Regular, pues contiene enredos.
4º periodo
Contado a partir del 29 de Enero hasta el 21 de Marzo. Malo, pues contiene más papeleos y enredos.
5º periodo
Contado a partir del 22 de marzo al 12 de Mayo. Bueno
6º periodo
Contado del 13 de Mayo hasta el 3 de Julio. Bueno, muy bueno.
7º periodo
Contado a partir del 4 de Julio hasta el 24 de Agosto. Malo para hacer cualquier negocio.