sábado, 10 de octubre de 2009

La bella Elena

Introducción:

La bella Helena de Troya, es la mismo Elena del Fausto de Goethe, el Shakty o potencia femenina del Ser interno.

Renato cometió en grave error de afirmar, en forma enfática, que la Helena de Simón El Mago era una hermosa mujer de carne y hueso, a quien el citado mago había encontrado en un lupanar de Tiro, y que – según opinan sus biógrafos – era la reencarnación de la Helena griega. Tal concepto no resiste un análisis de fondo: los colegios iniciaticos auténticos enseñan, con entera claridad, que la bella Helena es el Buddhi, el Alma Espiritual de la sexta iniciación venusta, el Shakty Potencial femenino.

Atman, el ser, tiene dos almas. La primera es el Alma Espiritual, y es femenina, Buddhi; la segunda es Humana, y es masculina, Manas Superior.

El animal intelectual, equivocadamente llamado hombre, solo tiene encarnada, dentro de si, a la Esencia. Ostensiblemente, esta ultima es el Buddhata, una mínima fracción del Alma Humana, el material psíquico, con el cual se puede y debe fabricar el Embrión Aureo.

La fuente y base de la Alta Magia se encuentra en el desposorio perfecto de Buddhi – Manas, ya en las regiones puramente espirituales o en el mundo terrestre.

Helena significa, claramente, los desposorios de Nous – Atman-Buddhi – con manas – el Alma Humana o Causal -, unión mediante la cual se identifican Conciencia y Voluntad, quedando por tal motivo dotadas, ambas almas, con divinales poderes.

La esencia de Atman – del primordial, eterno y universal fuego divino – se encuentra contenida dentro del Buddhi, la que en plena conjunción con el Manas Causal o Alma Humana, determinan el masculino-femenino.

El y Ella: Buddhi-Manas, son las Almas Gemelas dentro de nosotros mismos, aunque el animal intelectual – todavía – no las tenga encarnadas; son las dos hijas adorables de Atman, el Intimo; son el esposo y la esposa, eternamente enamorados. Tal amor tiene infinitas correlaciones, ya en los pares conjugados de los soles dobles del cielo y en el de la tierra con la luna; ya en el “anfiaster” protoplasmatico de las células determinantes, en el misterioso fenómeno de la “cariocinesis”, o duplicación morfológica de la célula una; ya en el universal simbolismo de las Epopeyas y de toda la restante literatura, donde el amor ideal entre dos seres del sexo opuesto, constituyen el Alma Mater de la producción literaria.

El desposorio – Buddhi-Manas – solo es posible mediante el coito químico. El goce sexual es un derecho legitimo del hombre.

Cuatro veces choco violentamente el Caballo de Troya contra los muros invictos, dejando escapar de entre su monstruoso vientre metálico rumor de muchas armas. Empero los troyanos continuaron sin detenerse, cegados por un dios que así lo quiso. Entonces profetizo Casandra, vaticinando tremenda ruina, y poseída de Espíritu Divino se agitaba, convulsa, el cabello en desorden. Mas como Apolo la tenia castigada, es claro que nadie quiso escucharla.

¡Oh, Casandra, la de los presagios maravillosos: cuan terrible fue tu Karma!. Fuiste arrastrada por los cabellos en forma cruel, despiadada, inhumana y barbara, mientras en el Palacio del anciano Priamo, los feroces y sanguinarios Aqueos derribaban las augustas torres, desmantelaban los venerables muros, profando todo con el bronce homicida.

Dentro de la regia casa real, del viejo Rey, las suntuosas y espléndidas habitaciones se llenaron de soldados crueles y despiadados. Hecuba y sus cien nueras, desesperadas corrían como locas por las salas y pasillo, y la sangre del anciano Priamo manchaba – con púrpura espantosa – el Sacro Altar de los Dioses Santos.

Escrito esta que “cuando los Dioses quieren perder a los hombres, primero los confunden”.

Inútiles fueron las maldiciones del venerado monarca; de todas maneras Pirro vuelve su arma cruel contra el respetable anciano y lo degüella junto al Altar de Júpiter, Padre de los Dioses y de los Hombres.

Horrenda suerte hubiese corrido la bella Helena, si Venus – la Divina Madre Kundalini de Eneas – no hubiera detenido el temible brazo de su hijo. Ella se hace visible y tangible, ante el héroe troyano, y llena de dolor le dice: “!hijo mío! ¿a que este furor?, ¿a que este resentimiento?, ¿tan pronto te has olvidado de ir a socorrer a los tuyos?. Por todas partes hay griegos armados y si yo no estuviese aquí para velar por tu familia, hace tiempo que habrías perecido” ... “No creas, desdichado, que la belleza de esa espartana ha sido la única causa de que se hunda una ciudad. ¡Mira: voy a quitar el velo que cubre tus ojos de mortal, y veras quienes derriban los imperios!”.

Dichas estas palabras, la Divina Madre Kundalini paso su adorable mano por los ojos terribles de su hijo, el héroe troyano, y entonces todo se transformo ante su vista de águila rebelde.

Los guerreros, las lanzas, las maquinas de asalto, los generales y consejeros, todo desapareció como por encanto, y en su lugar vio algo terriblemente divino: los dioses sagrados golpeaban tremendamente – con sus egidas – las invictas murallas de la soberbia Ilion, que caían con gran estruendo, ruido y fragor... Cuentan les viejas tradiciones que, por la parte del mar, pudo ver el guerrero troyano al Dios Neptuno, abriendo con su tridente de acero una enorme y profunda brecha. Todo lo que vio el guerrero, fue espantoso: Júpiter Tonante – desde el Olimpo – lanzaba sus rayos, y Minerva, la Diosa de la Sabiduría, mataba millares de guerreros troyanos con su implacable cetro.

Y la adorable Madre Kundalini del troyano Eneas, dijo :” ¡Ya lo ves: somos nosotros mismos, todo esta perdido; tal es el Celeste Decreto!. Troya tenia que perecer. Limítate a huir, hijo mío, y secen ahí tus esfuerzos. Yo no te abandonare; te conduciré en seguridad hasta donde este tu anciano padre - ... Y cuentan las viejas tradiciones que el paladín troyano, obedeciendo inmediatamente a su Divina Madre Kundalini, abandono la hecatombe regia y se fue a su morada...

Platicaremos un poco sobre la Bella Helena... Dice Homero que esta era la esposa de Menelao, y afirma que se fue con Paris, que ese gran guerrero y príncipe, la trajo a Troya.

Sucedió que hubo una gran guerra, que duro 20 años. Mucho es lo que dice “La Iliada” sobre aquella guerra, en la que Troya fue asediada por los griegos, “los Aqueos melenudos”, de “hermosas grebas y obscuras faces”, como dijera Homero, etc.

Describe, “La Iliada”, a Agamenon, “el que desde lejos manda”; a Ulises, el astuto guerrero, destructor de ciudadelas; a Hector, el troyano; el anciano Priamo, a Eneas, a Helena, y muchisimos personajes que – en el fondo – resultan mas Atlantes que griegos o troyanos.

Homero, obviamente, fue un gran iniciado. Afirman que era ciego y que vivía, pues, de la limosna publica, cantando sus versos de pueblo en pueblo, en toda la tierra Helénica. Obviamente la ceguera de Homero es meramente simbólica. Realmente, el no poseía ninguna ceguera, tenia sus ojos muy buenos. Con esto de la ceguera únicamente se quería afirmar que no solamente veía las cosas del mundo físico, sino además las cosas de los mundos internos. Es decir, que era un gran iniciado, un gran clarividente. Bien vale la pena, pues, pensar un poco en esa “Iliada” y en esa “Odisea”...

En los tiempos de Homero, ya de Troya no quedaban sino las ruinas. Y este hombre, basado únicamente en las tradiciones y en su potente clarividencia, escribió sus obras maravillosas. En cuanto a la bella Helena, no quiero negar que físicamente halla existido, pero encaja dentro de un drama simbólico extraordinario.

Hace algún tiempo, un alemán logro descubrir las ruinas de la vieja Troya. No estaba Troya en Grecia, como antes se suponía; se la encontró en Turquía. Lo mas curioso del asunto fue que se descubrieron siete Troyas en el subsuelo, lo que indica que siete veces fue destruida la ciudadela. Tan pronto era arrasada volvía a ser reedificada en el mismo lugar, por eso se pudieron catalogar, claramente, las siete Troyas.

Prueba fundamental de que si existió la bella Helena, esta en el tesoro del anciano Priamo. Se dice que entre las riquezas halladas esta la corona de la bella Helena, así como su vajilla de oro y de plata y de piedras preciosas. De esta manera que, tiene realidad la bella Helena.

El arqueólogo que hizo tan magno descubrimiento, no se sabe a donde levo tan ricos tesoros. El gobierno turco quiso oponerse a que aquellas riquezas fueran sacadas de Turquía, pero el arqueólogo logro negociar pues con el gobierno aquel. Entiendo que esas riquezas fueron llevadas a algún museo importante, tal vez al de Londres, tal vez al de París, al Louvre, esto ultimo no lo sé exactamente. Lo que si se es que fue descubierto, pues, el tesoro del anciano Priamo, y eso de por si es bastante interesante.

Resulta encantador todo ese relato que Eneas, el troyano, hace sobre su salida furtiva de aquella ciudadela: como saco él sus Dioses Penates, como salvo a su padre, ya anciano; como saco de entre el humo y el fuego de aquella ciudadela que ardía a todos sus familiares; su viaje luego hacia la antigua Hesperia...

No hay duda de que todo eso es encantador. Quien haya leído “La Eneida”, no puede menos que sentir un gran placer al saborear, dijéramos, aquellos versos. Y Virgilio que es el autor de “La Eneida”, se manifiesta allí, pues, como un gran poeta. Un lenguaje muy rico, es el que usa también el poeta Virgilio.

Y así llegamos a la tierra de Calixto, donde la cruel maga Cirse, con sus yerbas, ha convertido a los hombres en cuerpos de bestias, de fieras ... Bueno, pero para no ir tan lejos en todo este terreno de la literatura, porque no nos alcanzaría esta noche, se nos iría platicando sobre la literatura de Homero, de Virgilio, etc., nos concretares a la cuestión de la bella Helena.

Digo que, ciertamente, existió como mujer de carne y hueso, pero que, esotéricamente es simbólica. Y claro, todo esto merece una explicación.

Fausto, por ejemplo, en alguna ocasión hizo aparecer a la bella Helena. Algunos jóvenes muy curiosos, de aquella época manifestaron el anhelo de conocer a la bella Helena; lo vieron por ahí, y le dijeron que ellos querían verla físicamente. ¡Calcule usted: ya, después de muerta, hace tanto tiempo y ellos querían verla!. Bueno, Fausto era un gran mago y no tuvo inconveniente alguno en invocar a la bella Helena.

Dicen que salió de un recinto, y al volver a entrar otra vez, en el mismo, los jóvenes que aguardaban se sorprendieron al verlo de brazos con la bella Helena de Troya. Allí estaba, materializada físicamente; parecía una mujer de carne y hueso. La describen de una belleza inefable, inconcebible. Afirman que la bella Helena que apareció ante los jóvenes, e invocada por el Dr. Fausto, tenia un cabello rubio que parecía una cascada de oro, que llegaba hasta sus pies; amplia frente, nariz recta, labios finos y delicados, ojos azules que parecían contemplar la aurora; de talle esbelto y delicado, de mediana estatura ... Bueno, miro a los jóvenes y ya ellos sintieron que sus corazoncitos se les derretían; quisieron, pues, que hubiera sido ella, realmente, de carne y hueso.

El Dr. Fausto la presento ante los jóvenes y después salió, otra vez, de brazos de ella del recinto. Claro, ellos le solicitaron al Dr. Fausto, como no había aparatos de fotografía en aquella época, la dejara pintar, pues algunos sabían pintar. El Dr. Fausto se negó a ello, pero les prometio una fotografía, de la misma, para después. Y ciertamente, cumplió su palabra.

Era, pues, un gran esoterista el Dr. Fausto. Tiempo atrás, él había realizado otro prodigio semejante: había invocado, nada menos que ante Carlos V, al emperador Carlo Magno y a su esposa, y ambos aparecieron físicamente, visibles y tangibles. Era pues, a todas luces, un gran teurgo, poseía poderes extraordinarios.

Así pues, como he dicho, el simbolismo sobre la bella Helena reviste las más diversas versiones. Porque tenemos el caso de Simón el Mago. Este, a pesar de que era gnóstico y que muchos lo consideran como el “padre de los gnósticos”, cosa que no es verdad, se desvió por el camino de la Magia Negra.

Afirmaba, Simón el Mago, que él estaba casado con la bella Helena; pero, ciertamente, la que acompañaba a Simón el Mago no era la bella Helena: era una prostituta que él había encontrado por ahí, muy hermosa y de apariencia majestuosa, y se llamaba Helena, y afirmaba, el Mago, que esa era la bella Helena.

Vean ustedes todos estos simbolismos magníficos. Los griegos decían que la bella Helena era hija de Zeus Tempestuoso, “el que amontona las nubes” y de Leda, la Vestal griega. Nosotros no podríamos negarlo.

Examinando, pues, este asunto a la luz de la mitología griega, descubrimos que Zeus Tempestuoso “el que amontona las nubes”, no es otro que nuestro padre que esta en secreto, y que Leda, la Vestal griega, no es sino nuestra Divina Madre Kundalini. En cuanto a la bella Helena, pues ciertamente es el Alma Espiritual de todo hombre que viene al mundo.

Pero el doble aspecto, de las polaridades, es una tremenda realidad. El Buddhi, en relación con nosotros, esta polarizada, pues, en la forma de la bella Helena, pero en relación con las mujeres ya cambia la cosa: en relación con ellas, ya es el bienamado. En todo caso, el Buddhi es el Alma Espiritual y eso es obvio.

La bella Helena de Troya, pues, viene a simbolizar al Alma Espiritual, y nos toca luchar para conquistar a esa Alma Espíritu, a ese Buddhi de los teosofistas, a esa Alma Inmortal, a esa Walkiria. Uno se asombra, en los mundos internos, cuando encuentra dentro del templo, no a una sola bella Helena, sino a muchas bellas Helenas, a las Walkirias. Uno ya sabe que esas Walkirias, cada una, corresponde a un maestro. Cada maestro, pues, es doble: cada quien tiene su Alma Humana que es masculina; cada quien tiene su Alma Espiritual que es femenina, a su Walkiria. Esa es la bella Helena.

El mismo Dr. Fausto, pues, estaba casado con la bella Helena. Las gentes tomaron eso “a la letra muerte”, ¿no?. Pero esotéricamente, quiere decirse que el Dr. Fausto había logrado ya ese desposorio con su Walkiria.

Antaño vemos, con Simón el Mago, una profanación a la bella Helena. Una prostituta que había conseguido el mismo, y dijo que “esa era la bella Helena”. Con esto vemos perfectamente, en Simón el Mago, la profanación, la Magia Negra; porque la bella Helena, en si misma, no es otra cosa sino la hija de Zeus Tempestuoso, “el que amontona las nubes” y de Leda, la Vestal griega.

Zoroastro se desposo con la bella Helena, el día de la resurrección. Nietzche, en su obra titulada “Así hablaba Zaratustra”, le menciona. Zaratustra y Zoroastro, es el mismo. Recuerdo como comenzaba esa obra de Nietzche, refiriéndose a Zaratustra, diciendo: “Vengo a hablaros del Superhombre”... Y ese fue el error de Nietzche: creer que ya había llegado la edad del superhombre, cuando todavía no se ha llegado a estado humano, al estado de hombre verdadero, un error grave.

Nos habla Nietzche de la caverna donde Zaratustra meditaba. Dice que Zaratustra vivía en una cueva de ermitaño, y que una mañana, mirando al sol naciente, dijo: “ ¡Oh Rey Astro grandioso, hace 10 años llegas diariamente a mi caverna. Si no fuera por ti, por mi águila y por mi serpiente, ya me habría cansado de vivir en este lugar!”.

Y luego bajo de la montaña, Zaratustra y encontró a un santo que le dijo: “ ¿A donde vas, Zaratustra?” “ Voy a la ciudad”. “ ¿y por que vas allá?” “por amor a la humanidad”... Entonces le responde el santo “ ¿no es acaso por amor a la humanidad que yo estoy aquí, en este lugar?. Yo entono cantos, los canto y así alabo a Dios, que es mi Dios”.

Zaratustra dijo “me voy, no quiero quitar nada”. Y aquel santo envolvió un látigo y se lo regalo a Zaratustra. “Toma, le dijo, te doy este pequeño consejo: si vais donde la mujer, no olvidéis el látigo”.

Muchos lo tomaron así, “a la letra muerta”, ¿no?. Pero la cruda realidad de los hechos, es distinta: hay que tener un poquito de fuerza de voluntad, cuando se quiere trabajar en la “Forja de los Cíclopes”. Pero los que no entienden de esoterismo, lo interpretan a “la letra muerta”.

Bueno, lo cierto fue que llego a la ciudad Zaratustra, y dijo: “vengo a hablaros del superhombre, el hombre no es mas que un puente en el camino, un peligroso mirar atrás; todo le es peligroso, ha llegado la hora del superhombre”.

He ahí, pues, la gran equivocación de Nietzche: hablándonos del superhombre, cuando ni siquiera hay hombres sobre la faz de la tierra. Porque lo que hay son “humanoides”, es decir, “mamífero intelectual”, pero no hombres, en el sentido completo de la palabra.

Bueno, en todo caso, Zaratustra cumplió una bellísima misión en la antigua Persia. Cuando resucito, se fusiono o integro – completamente – con su walkiria, con su alma espíritu. ¿por qué?. Porque ese Buddhi, o alma espíritu, como dice la Blatvasky en “La voz del silencio”, es un vaso de alabastro, fino y transparente, a través del cual arde la llama de Prajna. Ese Buddhi es, pues, la walkiria, y obviamente, el Logoi Interior se reviste con el Buddhi, esta contenido en el Buddhi, el Alma Espíritu.

Al integrarse, pues, el Alma Humana de Zaratustra con su Buddhi o alma espíritu, es decir, al fusionarse con su bella Helena, en la cual estaba ya manifiesto el Logoi Divinal, quedo Resurrecto, mirando a través de los ojos de ella, platicando con la palabra de ella, integro, unitotal.

¿Que se hizo Zaratustra?. Eso nadie lo sabe, desapareció de aquella caverna, es un maestro inmortal.

Así, pues, es bueno que ustedes vayan entendiendo lo que significa la bella Helena, en términos rigurosamente esotéricos. Cuando uno logra la integración con su alma espíritu, dentro de la cual esta el Logoi Divinal contenido, queda en uno constituida, en si misma, la Piedra Filosofal, y eso es bastante interesante.

Es necesario saber, realmente, cual es esa piedra bendita. Se dice, que tal piedra esta dotada de magníficos poderes, y esos es verdad. La ponen, o la explican los mejores Alquimistas como “una pera” o “una manzana de oro”, un fruto, “una granada”, algo precioso. Total, se dice que esta formada por el color rojo púrpura, el carbunclo precioso, y la otra vertical, pues, del color del ámbar, un dorado. Se describe, mas bien, como “Luna Potable”.

Algunos alquimistas describen, en forma poética las maravillas o poderes de esa Piedra Bendita, de ese Carbunclo Precioso, de ese absoluto, de ese Sol del microcosmos hombre, de esa estrella de sapiencia.

Había cierto poeta que la pintaba como “un árbol gigantesco”. Decía que “hasta los cedros mas grandes resultaban simples hierbas, ante semejante árbol” y afirmaba, aquel poeta, que “el tronco era de oro puro” y que “las ramas del árbol eran de plata”.

Todo eso es simbólico; la realidad es que aquella Piedra Bendita, como la luna, dijéramos, potable, es doble en sus manifestaciones psíquicas. Porque si bien es cierto que, en lo relacionado con la medicina universal, resulta siendo el elixir extraordinario, el elixir magnifico de la luna potable, no es menos cierto que la transmutación misma de los metales viles en oro puro, esta muy bien relacionada con los poderes del carbunclo o gema roja.

Si la miramos desde el punto de vista del elixir, del famoso elixir, incuestionablemente hay mucha tradición esotérica y alquímica sobre el mismo. Afirman, los mejores sabios, que tal elixir “tiene poderes extraordinarios”, que tal elixir “puede sanar a los leprosos, curar a los ciegos, a los mudos”, que tal elixir “puede curar a los paralíticos”, etc.

Viejas leyendas afirman que “si se mezclan tres gotas de ese elixir con un poco de alcohol, puede devolver la belleza a una mujer anciana, rejuvenecerla”, que primero “ella tendrá que bañarse con hierbas aromáticas”, y que luego, pues, “tratara su cuerpo con esas tres gotas del famoso elixir, entre alcohol”; que “no habrá de secarse sino que, ante una llama, tendrá que ir secando su cuerpo”.

Es mucho lo que se afirma sobre esa Medicina Universal que “cura todas las enfermedades”. Y “si se mezcla con el agua de lluvia de los cielos, los arboles, las plantas, se reproducen”, y hasta las plantas que están hechas a otros climas “cobran vida”.

En cuanto a la gema, en si misma, es decir, en cuanto al carbunclo rojo, se afirma que con este se puede realizar, dijéramos, la transmutación de los metales viles en oro puro. En todo caso, no debemos olvidar jamas que la piedra filosofal, en si misma, viene a quedar completa con el matrimonio aquel que habrá de realizarse con el alma espiritual, que en los textos antiguos se denomina “la bella Helena”.

Para nosotros, los hombres, la bella Helena reviste el atractivo aquel del polo contrario. Las hermanas que escuchan dirán, “Bueno, ella es una mujer y nosotros somos otras; de manera que, ¿qué atractivo puede tener para nosotras?”. Pues a esas hermanas les diré que la bella Helena asume el aspecto, pues, del bienamado, ya cambia completamente: es el soñado “príncipe azul” de “Las mil y una Noches”.

De manera que el Alma Espiritual, para unos se polariza en forma masculina, para las mujeres; para nosotros los varones, toma la forma de Walkiria. De manera que siempre es deseable el Alma espiritual.

Además, téngase en cuenta que, cuando ya en el Alma Espiritual esta el Logoi Interior, el alma espiritual parece, como ya dijo Elena Petronila Blatvasky en “La voz del silencio”, “un vaso de alabastro, fino y transparente, a través del cual arde la llama de Prajna, es decir, la llama del Logoi interior.

En mi libro titulado “las tres montañas”, hay algo que yo escribí y que los hermanos no han entendido. Dije que, en la Lemuria, después que había desencarnado Litelantes, yo había tomado una nueva esposa, para seguir adelante en el camino, una gigante, y eso es interesante, ¿no?. Bueno, la cuestión es que todos creyeron que era mujer de carne y hueso, la que había tomado. Esa no es de carne y hueso, esa es la bella Helena.

Aquel que llegue a la Resurrección, se desposa con la bella Helena, y si es una mujer la que llega a la Resurrección, se desposa con el bien amado. En todo caso con el alma espíritu.

Quiero que observen ustedes las formas de operar; de este lado, dijéramos del río, esta el Alma Humana con su vehículo; del otro lado del río dijéramos, esta el Alma Espíritu. Obviamente, el Dios Interno en su descenso tiene que revestirse con el Alma espíritu. Obviamente, al verificarse la resurrección, el alma humana y el alma espiritual tiene que fusionarse, integrarse completamente. Entonces queda la Piedra Filosofal.

Cuando dice Simón el Mago que “el había encontrado a la bella Helena en un suburbio, por allá, de Ninive” y que “era una prostitua” – y realmente él andaba con una prostituta, muy importante, pero prostituta – se entrevé, claramente que Simón el Mago, era un Mago Negro, eso es obvio.

¡Que distinta es la bella Helena, con la que se desposo Zaratustra!. El día de su resurrección, se encuentra cara a cara con la bella Helena; ella le alcanza un cáliz, una copa, se acerca a el y luego ambos, pues se fusionan, forman un solo Ser – integro, unitotal – queda el mirando con los ojos de ella, viendo al mundo – resurrecto – porque dentro de ella estaba ya el Logos.

Después de eso, los discípulos, que fueron a buscar al Santo, ya no le hallaron en su caverna. ¿Que se hizo? ¡Nadie supo hacia adonde fue Zaratusta!>

En cuanto a la Helena de Troya, aquella por la cual pelearon tantos ilustres varones, aquella que motivo tan tremenda contienda, indudablemente es simbólica. No quiero decir que físicamente no haya existido; si existió físicamente. En todo caso, surge un interrogante: aquella bella Helena que Fausto invocara ante los jóvenes que así lo solicitaron, y que apareció – visible y tangible – ante todos ¿seria o no seria Helena de Troya?. Yo, sencillamente, me atrevo a afirmar que no era la de Troya. Sino la misma bella Helena de Fausto. Si ella es, como así se afirma, Ginebra, la reina de los jinas, incuestionablemente tiene poder para hacerse invisible y tangible en el mundo físico, y por lo tanto, no es extraño que el Dr. Fausto haya conseguido, pues, hacerla visible y tangible ante aquellos jóvenes. Ese es mi concepto.

Pero bueno, continuando adelante con estas disquisiciones, el alquimista debe esforzarse, ante todo, para despertar conciencia, para poder verificar por si mismo, investigar por sí mismo, todas estas grandes verdades de la piedra filosofal.

Se nos ha dicho que la ciencia de la gran obra solo se puede entender cuando uno recibe el Donum Dei, o sea, el Don de Dios para poderla entender. Mas hay un proverbio muy justo que dice: “a Dios rogando y con el mazo dando”.

Si uno quiere, pues, llegar a convertirse en un investigador de la vida en los mundos superiores, si uno quiere llegar a poseer el Donum Dei, que le permite entender los misterios de la gran obra, incuestionablemente necesita hacer algo por despertar conciencia.

Es claro que destruyendo el Ego, se consigue despertar conciencia, mas convienen, también, ciertos coadyuvantes útiles que nos ayuden, pues, en ese proceso del despertar.

Hay una orden esotérica, en el oriente, que se llama “Epoptae”. Esa orden extraordinaria, no tiene representantes en el mundo físico, pero si uno se concentra en esa orden, que es mas bien tibetana, puede conseguir que lo saquen del cuerpo conscientemente, y que lo enseñen a viajar, conscientemente, en las regiones Astral y Mental.

Los instructores, de tal orden, no escatiman esfuerzos en ese sentido: su poder consciente se transfiere a aquellas mentes que piensan en ellos, en los Epoptae.

Ello pueden venir para iniciarlo a uno, aquí, y sacarlo del cuerpo y enseñarlo a viajar, conscientemente, en esas regiones. Y resulta interesante, es una orden santa que no tiene, en el mundo físico, templos visibles ni nada por el estilo. Ella, la orden Epoptae, esta ubicada totalmente en los mundos superiores.

El primer paso, de esa orden, será despertar a los estudiantes, enseñarlos a viajar, consciente u positivamente, por las regiones Astral y Mental. El paso posterior será conducir, a los hombres que no tiene sacerdotisas, hacia la autorealizacion intima del Ser, o a las mujeres que no tiene esposo.

Ya les he hablado a ustedes que, por ejemplo, en esa orden hay elementos, algunos maestros, que viene a personificar, completamente, a Shiva, el tercer logos, y hay también otros que están polarizados en forme femenina y que representan totalmente a Shakty; o a la isis; o al principio Femenino Eterno, para ser mas claros.

Claro esta que un hombre, por ejemplo, que no tiene sacerdotisa, después de haber sido despertado por la orden Epoptae, por los miembros de esa orden, pueden recibir – como consorte, pues – a una Deva o Dakyni, que esta totalmente polarizada con la Shakty o Principio Femenino Eterno. Trabajado con ella, esotéricamente, pues consigue la creación de los cuerpos superiores existenciales del Ser, es decir, si todavía no tiene esos vehículos, o restaurar el fuego en esos vehículos si ya los tiene. Y a su vez, una mujer que no tenga el consorte, puede recibir un Deva para el trabajo esotérico.

Así, pues, la orden esa – Epoptae – no tiene representaciones en el mundo físico, sino que es completamente suprasensible, y bien vale la pena ponerse en contacto con los miembros de esa orden, para que lo entrenen en el manejo de los poderes Astral y Mental.

Pero conviene, siempre, acostarse con la cabeza hacia el norte. Si ustedes observan cuidadosamente la aguja de una brújula, verán que siempre se orienta hacia el norte; hay una corriente que fluye de Sur a Norte. Si uno aprovecha esa corriente magnética, acostándose con la cabeza hacia el norte, será maravilloso. Y si además se concentra uno en los Epoptae, podrá ser asistido y entonces acelerara su despertar.

A lo que uno avanza por estos estudios, relacionados con la gran obra, comprende la necesidad del Donum Dei, de estar consciente en los mundos superiores, para saber por donde va. Es lamentable tener que andar uno por un camino que no conoce, a ciegas. Pero si uno logra despertar en esas regiones, todo cambiara. El Donum Dei se recibe, pero es bueno también esforzarnos para poder recibirlo.

Se habla mucho, en los textos Tibetanos, sobre el Phowua – propiamente se dice “Fovu” – o de la Transferencia de la Conciencia. Nosotros necesitamos aprender a transferir nuestra conciencia a otras regiones, a otros mundos del cosmos, etc. ¿Es posible transferir la conciencia?. ¡Si es posible!. Pero, en este caso, ¿por donde se escapa la Conciencia? ¿cual seria su puerta de salida?. Pues el Brahamanandra. ¿Cuál es el Brahamanandra?. La fontanela frontal de los recién nacidos, que esta en el lugar que llaman “la mollerita” – ustedes saben muy bien que los huesos del parietal son los últimos en cerrarse – Pero allí hay una puerta por donde uno tiene que aprender a salir su conciencia.

Esto del Phowua o Fovu, como le dicen, resulta interesantisimo, porque la conciencia – libre del ego – puede funcionar – realmente despierta – en los mundos superiores.

Pero, para que la conciencia pueda salir del Ego, escaparse del cuerpo sin el ego, sin ese problemita del ego, se necesita del Phowua, tiene uno que colocarse en un estado de meditación profunda, rogándole a la misma conciencia que se escape por la fontanela frontal de los recién nacidos, por el Brahamanandra – así se dice esotéricamente – y no identificarse mas, o mejor dicho, ser capaz de suspender todas esas asociaciones mecánicas de la mente y el deseo, recordándose a si mismo, hasta pedirle ayuda a la Divina Madre Kundalini, para que ella sea quien saque a la conciencia por Brahamanandra.

Si la meditación es muy profunda, estoy seguro que la Madre Divina les dará el auxilio; ella podrá sacar a la conciencia por Brahamanandra.

Cuando la conciencia sale por Brahamanandra, el despertar es magnifico, porque por el Brahamanandra no puede salir el ego. Entonces lo que se escapa es la conciencia y se escapa totalmente libre, para funcionar en los mundos superiores.

Pero se necesita trabajar, mis queridos hermanos, porque si solamente escuchan ustedes la palabra y no la hacen, seria – como dice el apóstol Santiago – igual “al hombre que se mira en el espejo y luego da la espalda y se va”.

Hay necesidad de que esto que ustedes están escuchando, lo hagan; que se pongan prácticos en el Phowua, que aprendan ustedes la ciencia de la transferencia de la conciencia. Los Tibetanos lo logran, pero a base de sacrificios y de esfuerzos.

La conciencia libre conoce los misterios de la vida y de la muerte; la conciencia libre – por ejemplo, en el oriente – guía a muchos difuntos que han resuelto seguir el “sendero breve” – creo que ustedes han oído, algunos, hablar del “sendero breve” y de la “clara luz”- .

Hay difuntos que resuelven retirarse del escenario de este mundo, algunos definitivamente y otros mientras pasa esta Edad de Hierro. Entonces trabajan, lo mas que pueden, en la disolución del Ego – mientras están encarnados – y después de muertos continúan su trabajo en los mundos superiores, hasta que logren desintegrar el ego, y se absorben en el gran océano. Pero – claro – es muy difícil no regresar.

Hay que aprender a cerrar matriz para no regresar, porque las matrices quieren agarrarlo a uno y uno tiene que ser lo suficientemente fuerte para aprender a cerrarlas y escapar; tiene uno que resistir los aullidos del huracán.

Muchos difuntos, por ejemplo, huyen despavoridos, van a esconderse entre alguna cueva, y cuando se refugian en esa cueva – huyendo de la tormenta y del huracán – el Cordón Plateado ha quedado amarrado a esa cueva. Esa cueva, ¿qué es? ¡una matriz!.

Otros se devuelven, horrorizados enormemente, ante los aullidos del huracán; otros ante las espantosas visiones demoniacas, otros ante las pruebas del padre – madre. No resisten, y se regresan, van a parar a alguna matriz.

Pero si uno sabe permanecer sereno – y también si es ayudado – si se acuerda del Omnimisericordioso, del señor de toda compasión, etc., pues al fin logra entrar en un reino molecular superior, donde puede ser instruido por los Devas. Su madre divina le ayudara a disolver los “elementos inhumanos” que le hayan quedado, hasta que por ultimo se ve – en el escenario cósmico – convertido en un simple elemental, o en un gran elemental.

En esas regiones de felicidad, puede quedarse para siempre o sencillamente - mientras pasa esta edad de hierro – regresa en la edad de oro, para entrar en una escuela de misterios y autorealizarse.

Ese es el “sendero breve”. En el Tíbet, aquellos atletas del Phowua – es decir, de la ciencia de la transferencia de la conciencia – ayudan a los que siguen el Sendero Breve; les ayudan guiándolos, animándolos para que aguanten, etc.

El Phowua es, pues, una ciencia maravillosa. No hay duda de que el Phowua, en ultima síntesis, nos confiere entre otras cosas ese Donum Dei, nos permite conocer la ciencia de la gran obra. Yo les he explicado, aquí, lo que es la gran obra; pero ustedes necesitan del Donum Dei para entenderla, y es necesario – pues – que hagan las practicas que les estoy enseñando.

En la meditación, un debe escoger la posición más cómoda. A algunos les parecerá mejor meditar al estilo oriental, a otros les parecerá mejor sentarse al estilo occidental. No importa; pero si importa que la meditación sea perfecta, que uno sea capaz de detener las asociaciones mentales y el deseo, y de concentrarse – internamente – en la Divina Madre Kundalini, rogándole que saque – por Brahamanandra – a la conciencia. Esto es interesantisimo.

De manera que la transferencia de la conciencia, en ultima síntesis, nos lleva a comprender – por medio de las misma – lo que es la gran obra.

Estudios ulteriores, son mas tremendos. Por ejemplo: hay la ciencia que se llama el Tunjung tibetano. Es claro que los iniciados del Tunjung tibetano son capaces, no solamente de lograr la transferencia de la conciencia – hacia los mundos superiores – sino que también son capaces de apoderarse de otro cuerpo.

Muchas veces se adueñan de un cuerpo de alguien que desencarno, de una persona que murió ahogada. Si esta todavía ese cuerpo joven, si es capaz de resistir, se meten entre ese cuerpo, se lo apropian, para su uso personal, etc. Esos del Tunjung, si no se cuidan, podría convertirse en ladrones de cuerpos; por eso es un poco peligroso ...